Ave María de Schubert...¿lo podemos cantar en misa?

Como organistas es una pregunta relativamente nueva, por largos años ha sido visto como algo tradicional, casi obligatorio a fuerza de ley el entonar como canto de Ofertorio el famoso Ave María de Franz Schubert, tanto en bodas como en XV años, funerales, celebraciones marianas y siempre que se quiera presumir de "caché", -hasta alguna vez lo escuché en la peregrinación de una Sociedad Católica Tradicionalista allá por el lejano y terrible año de 2017. Y sobre esta pieza, ¡ay de aquel organista que no se la sepa o que no la quiera entonar argumentando que no es litúrgica!, más le valdría no haber salido de su casa pues se enfrentará a la ira de los invitados, de los familiares y de la novia frenética que blandiendo el ramo de bodas cual hacha vikinga se acercará al músico en cuestión con la intención de decapitarle en una orgía de sangre y horror...bueno, me excedí, ya no debo ver tanta serie medieval.



Franz Schubert

Entonces, retomando la cuestión, ¿se puede cantar el Ave María de Schubert en misa?, la respuesta llana y simple es que no, no se puede cantar esa pieza en Misa, por ningún motivo puesto que no es litúrgica, pero, ¿porqué no es litúrgica?, muchos argumentarán que es la oración mariana por excelencia, que "suena bonito" -y no lo niego, Franz Schubert era un genio- pero todo empieza con un escritor británico llamado Walter Scott el cual escribe un poema narrativo titulado "The Lady of the Lake" el cual consiste de tres tramas: la competición de Roderick Dhu, James Fitz-James y Malcolm Graeme para ganarse el amor de Ellen Douglas; la reconciliación del rey escocés James V con James Douglas y una guerra civil entre los clanes de las tierras bajas y de las tierras altas de Escocia. 


Sir Walter Scott

Este poema publicado en 1810 se populariza por toda Europa y aquí es donde entra Franz Schubert el cual decide musicalizar varias partes de este como parte de su Op.52 titulada "Liederzyklus vom Fräulein vom See" en castellano "Ciclo de canciones de la señora del lago" y llegamos a la tercera "Ellens dritter Gesang" o "Tercera canción de Ellen" en la cual nuestro personaje Ellen Douglas dirige una oración a la Virgen María mientras acompaña a su padre James Douglas escapando del rey escocés, y durante la noche ella canta esto: 




Ave Maria! Jungfrau mild,

Erhöre einer Jungfrau Flehen,

Aus diesem Felsen starr und wild

Soll mein Gebet zu dir hinwehen.

Wir schlafen sicher bis zum Morgen,

Ob Menschen noch so grausam sind.

O Jungfrau, sieh der Jungfrau Sorgen,

O Mutter, hör ein bittend Kind!

Ave Maria!

Ave Maria! Unbefleckt!

Wenn wir auf diesen Fels hinsinken

Zum Schlaf, und uns dein Schutz bedeckt,

Wird weich der harte Fels uns dünken.

Du lächelst, Rosendüfte wehen

In dieser dumpfen Felsenkluft.

O Mutter, höre Kindes Flehen,

O Jungfrau, eine Jungfrau ruft!

Ave Maria!

Ave Maria! Reine Magd!

Der Erde und der Luft Dämonen,

Von deines Auges Huld verjagt,

Sie können hier nicht bei uns wohnen.

Wir woll'n uns still dem Schicksal beugen,

Da uns dein heil'ger Trost anweht;

Der Jungfrau wolle hold dich neigen,

Dem Kind, das für den Vater fleht.

Ave Maria!



Cuya traducción sería: 



¡Ave María! Virgen piadosa,

Escucha el ruego de una doncella,

Desde esta roca rígida y salvaje

Mi oración llegará a ti.

Dormimos protegidos hasta la mañana,

Aun si los hombres son tan crueles.

Oh Virgen, mira las penas de la doncella,

¡Oh Madre, escucha a una hija suplicante!

¡Ave María!

¡Ave María! ¡Inmaculada!

Si sobre esta roca caemos

En sueño, y tú nos proteges bajo tu manto,

La dura piedra nos parecerá suave.

Sonríes, y el aroma de las rosas flota

Sobre este abismo sin aire.

Oh Madre, escucha la súplica de una hija,

¡Oh Virgen, una doncella te llama!

¡Ave María!

¡Ave María! ¡Servidora pura!

Los demonios de la tierra y el aire,

Ahuyentados del favor de tus ojos,

No pueden vivir aquí con nosotros.

Queremos someternos tranquilos al destino,

Puesto que tu consuelo sanador sopla sobre nosotros;

Ten piedad de inclinarte hacia la doncella,

Hacia la niña que suplica por el Padre.

¡Ave María!



Que viene siendo una traducción del poema de Sir Walter Scott, por lo tanto nos encontramos ante una pieza que ni musical ni líricamente fue compuesta para el culto divino, sino para fines totalmente profanos, pasó el tiempo y como el poema inicia con la frase "Ave María" fue sencillo adaptar la oración a la melodía y así se fue popularizando ingresando por la puerta grande de las celebraciones católicas -y hasta he sabido de no católicos que lo piden, quedando ya consagrado como una "canción de bodas".



Recordemos que para que para que una pieza sea definida como música sagrada debe reunir esto: a) Se entiende por Música Sagrada aquella que creada para la celebración del culto divino posee las cualidades de santidad y de perfección de formas. (Cf. San Pío X, Motu Proprio. Trae le sollecitudini, núm. 2.)



Por ultimo, desde una fecha como 1922 se recuerda que esta pieza no es apta para el culto divino, en este caso por The Society of St Gregory of America, en su convención del 4 al 6 de mayo de 1922.




Y ahora si, intenta explicar esto a la novia enojada...¡Buena suerte! 


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