Ven a cantar, ven a bailar...
En la entrada pasada hablaba sobre el porqué no se deben usar villancicos como cantos litúrgicos durante el periodo de Navidad, la diferencia que existe entre un "villancico" y un "canto litúrgico del tiempo de Navidad", los primeros no deben convertirse en lo segundo aunque los segundos casi siempre se convierten en los primeros.
Y aquí cabe recordar, es más, debe ser obligatorio preguntarse...¿Qué es lo que los cristianos católicos celebramos en esta Noche Santa?, esta noche celebramos en nuestros templos, en nuestra liturgia, en nuestros cantos celebramos la el misterio de la Encarnación, del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre, la llegada del Mesías prometido a la humanidad para salvarla del pecado y del error, esta noche recordamos cuando los ángeles en medio de la obscuridad cantaron "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombre de buena voluntad", esta noche contemplamos el misterio de Dios tomando nuestra carne humana, haciéndose pequeño en un pequeño poblado de Palestina, en el pesebre de Belén.
Eso es lo que festejamos los cristianos católicos, eso es lo que debemos festejar, a pesar de que la mercadotecnia a lo largo de décadas ha imbuido otro espíritu a la época de la Natividad, queriendo vaciarla del contenido religioso para sustituirla con "paz, amor, felicidad, magia", convirtiendo este tiempo litúrgico en días de "recuerdo, remembranza, nostalgia, depresión y suicidios", lo que pasa en general cuando quitamos a Dios de nuestra vida.
Por eso, te invito a que elimines ese tipo de cantos si es que acostumbras entonarlos en la celebración del Santo Sacrificio de la Misa, obviamente no son litúrgicos, no son religiosos tan siquiera y solo contribuyen a fomentar la desacralización de ésta la más bella temporada del año.
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