De bodas y funerales come el organista...
Hace años cuando empecé a dedicarme a la música litúrgica escuchaba las experiencias de muchos colegas, presumían felices que "tenían un buen número de ceremonias" y tuve la ocurrencia de decirles: "de bodas y funerales come el organista", mientras algunos de ellos reían cínicamente y otros más me miraban fulminantemente, pero si, gran parte de los llamados "servicios" (sic) que tenemos muchos organistas son bodas y funerales, que de manera correcta debemos llamar "exequias", ceremonias que muchas veces tocamos de una manera casi mecánica, en muchos casos sin importar que el repertorio no sea litúrgico o no apto del templo, así tenemos que en las bodas suena la "Marcha Nupcial" de Mendelssohn y la homónima de Richard Wagner. (Aparte...si supieran que estos dos jamás se habrían llevado bien, una lástima). Y por otra parte, en las exequias abundan piezas cargadas de sentimentalismo (No voy a decirte adiós) y lágrimas (Yo te extrañaré)